Rendida la imaginación,
en un estado de absoluta postración creadora,
no hallo hoy la forma de escribir sobre algo concreto
porque nada concreto evocan hoy mis pensamientos.
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Inmerso en una abstracción sin límite,
no hallo hoy la forma de escribir
un solo verso coherente
sobre este folio en blanco
que, desde su virginidad,
ríe a carcajadas mi torpeza.
/
Rendida la imaginación,
en este estado de absoluta postración creadora,
no me queda sino rendirme a la evidencia
y confiar, tras unas horas de sueño,
en que mañana mis lagunas difuminen
y, renovada la energía,
den paso a las ideas que hoy me niegan su coherencia.
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