lunes, 17 de diciembre de 2012

Miguel Ángel Zapata


"Fragmentos de una manzana y otros poemas" 

Sibila Editorial  


Miguel Ángel Zapata (Piura, 1955) reside en Nueva York, donde ejerce de catedrático de literaturas hispánicas en la Universidad de Hofstra. Dirige Hofstra Hispanic Review-Revista de Literaturas y Culturas Hispánicas, y Ediciones Corvus de ensayo y poesía.
Entre sus libros de poemas destacan: Imágenes los juegos (Lima, 1987), Poemas para violín y orquesta (México, 1991), Lumbre de la letra (Lima, 1997), Escribir bajo el polvo (Lima, 2000), Cuervos (México, 2003), Los muslos sobre la grama (Buenos Aires, 2005), Iguana (Lima, 2006), Un pino me habla de la lluvia(Lima, 2007) y Ensayo sobre la rosa. Poesía selecta 1983-2008 (Lima, 2010).
Algunos de sus ensayos son: Moradas de la voz. Notas sobre la poesía hispanoamericana contemporánea(Lima, 2002), Luces de la memoria. Diálogos con Isaac Goldemberg (Caracas, 2003), La pirámide y el signo. Literatura y cultura de México, siglos XX-XXI (Nueva York, 2004), El hacedor y las palabras.Diálogos con poetas de América Latina (Lima, 2005) y Vapor transatlántico. Nuevos acercamientos a la poesía hispánica y norteamericana contemporáneas (Lima-Nueva York, 2008).
En 2003 recibió el Premio Latino de Literatura.

ENSAYO SOBRE LA ROSA

Busco siempre rosas raras para mis floreros de barro. Rosas que borren la tinta gris y los colores exagerados del cielo. Rosas que no lloren pero que sientan el vacío de los largos patios de la memoria, las puertas que se han cerrado y esperan una mano para volver a vivir. La lluvia nos moja sin saberlo, y la rosa piensa que tiene voz de oro, no sabe que es sonido de una silaba incolora.

©Miguel Ángel Zapata


Las velas

Una vela blanca se retuerce en la trompa del oro y
el filigrana.

La palabra es más fina que las partículas del oro y la
piedra.

Una vela es una sílaba que humea en mis papeles
amarillos. Su flama cambia la ruta de mi pensamiento.

Las velas son grutas de cera que traen toda la fe y
la duda consigo.

Su flama es la señal del viento controlado, la serenidad
de una mesa, la situación incómoda de una vieja silla
de madera iluminada levemente.

Una vela blanca para encender la noche de los ciegos.
Cada noche hay una vela blanca que me reclama, una
palabra que se derrite como la cera y me derrama.

©Miguel Ángel Zapata


Presentado en la Casa de Granada, Barcelona, por el Círculo Literario y Artístico QUÉmecuentas, el 23 de noviembre de 2012

Fotos:©SusanaSVillafañe

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